Una historia cómica, mágica y musical.

La música, siempre ha sido el arte más importante en mi vida. me ha proporcionado de los elementos necesarios para intensificar la emociones de situaciones muy específicas como, estar enojado, enamorado, decepcionado, alegre, emocionado, etc. Una personita especial, me hizo una petición peculiar hace unos días. -No tengo cultura musical- mencionó ella en el carro en donde nos paseábamos varios amigos. -Así que estoy solicitando a mis amigos que me graben un C.D. con su música preferida- exclamó. Al parecer como ella carece de el tiempo para encontrar su propio gusto, solicitó que sus amigos colaboráramos con su búsqueda, realizando el trabajo de recopilar material selecto para que ella comenzara de allí, su aprendizaje musical. A mí se me ha ocurrido una idea distinta que, espero sea más útil que tener una colección de emociones ajenas. No le hallo sentido a las personas que se adjudican gustos y que pretende ser más o menos intelectual o conocedora que otros, la música, toda, está basada en un sentimiento dirigido y aplicado. La siguiente historia, es el camino que durante mi vida seguí musicalmente a través de situaciones reales y hechos que cambiaron y marcaron mi gusto musical para siempre.

Recuerdo cuando era un niño al que solo le interesaba ver caricaturas y salir a hacer travesuras con sus amigos, lo único que escuchaba era la música que mis padres escuchaban en la casa. Mi madre, gustaba de escuchar la radio para realizar sus deberes hogareños, siempre en las mismas estaciones con música de Mocedades, Camilo Sesto, Yuri, Daniela Romo, Rocío Dúrcal, Luis Miguel, etc, siendo una obsesiva de la limpieza, escuchábamos aquel festival de dolor y sufrimiento constantemente. Y son dolor y sufrimiento, las primeras relaciones sentimentales con la música que cicatrizaron en mi cabeza como constantes en la música de habla hispana, ya que desde pequeño me dí cuenta que todas las canciones que mi madre escuchaba hablaban de temas como: violencia en la familia, abandono, desamor, soledad, venganza, miseria, y de vez en cuando, borracheras y fiestas. Obviamente no me gustaba en lo absoluto, y recuerdo vivamente aquella angustia que de niño me invadía al escuchar cantar a mi madre sobre una tipa que abandonaba a sus hijos y esposo para irse con el hombre que realmente amaba, aquello era insoportable. Sin embargo, cuando mi mamá escuchaba música para relajarse o simplemente por el gusto de escuchar música, siempre lo hacía con New Age ó Música Clásica. Recuerdo que tenía un disco de vinilo de 33 R.P.M. de los sonidos más encantadores que había escuchado entonces, se trataba de la banda sonora de la película de Kubrick «A Clockwork Orange» que incluía la pieza más asombrosa que me ponía la piel chinita cada vez que la escuchaba a la tierna edad de 6 o 7 años, el segundo movimiento de la «Novena Sinfonía Coral» de Beethoven. Emoción cada vez que escuchaba aquella magistral obra. Y fue entonces que descubrí que mis padres tenían ésta colección inmensa de vinilos en su armario que nunca navegábamos y que era, al escucharlos, infinitamente distinta a la música que pasaban por la radio. Fué entonces cuando mi padre, al ver mi interés por la música me introdujo a Los Beatles, Creedence Clearwater Revival, Chicago, Pink Floyd, The Wings, en fin, mi padre me presentó, toda ésta nueva gama de sonidos y emociones que era impresionante comparado con lo que estaba acostumbrado a escuchar, era un contraste extremo y en ese tiempo no hallaba todavía nada que me impresionara lo suficiente como para escucharlo todos los días o al menos un disco en su totalidad de principio a fin, hasta que hallé el vinilo que marcó mi infancia, portada doble extendida, con un negrito amanerado en un traje blanco. Alegría es lo que sentía al escuchar «Thriller» de Michael Jackson, alegría y muchas ganas de bailar. Michael Jackson fué el artista que más emociones me hizo sentir cuando era pequeño. Un par de años mas tarde mi tío me enseñó a leer poesía y con ello el significado de las letras en las canciones, hasta entonces, no me había dado cuenta que muchas veces lo que cantaban los artistas no era siempre lo que directamente querían expresar, la mayoría de las veces dejaban el significado abierto a interpretaciones personales, y otras veces ocultaban su significado por miedo a la represión y el rechazo, o por tratar temas inapropiados en su época. Fué entonces cuando me sentí Inteligente por primera vez al escuchar mis primeros grupos e intérpretes de música de protesta y con temas sociales que reflejaban la podredumbre del mundo y la simpleza de la verdadera felicidad. Críticos Sociales como Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Pablo Milanés, Bob Marley al igual que descubrí muchos temas de protesta de grupos como The Beatles, John Lennon, Pink Floyd, The Police, Eric Clapton, B.B. King, The Sex Pistols, Ramones, Jon Savage, entre otros.

El martirio de Daniela Romo

Karajan dirigiendo a la Filarmónica de Berlín – Novena Sinfonía Coral

Ya a la adolescente edad de 14 años, MTV se encontraba en su apogeo, y mi vecino, que era el mayor de la cuadra, un día llevó a mi casa un L.P. que acababa de adquirir con una portada peculiar que incluía una máscara marcada con un pentagrama y una lágrima de sangre que inmediatamente llamó mi atención. «Theater of Pain» de Motley Crue me provocaba un sentimiento de Anarquía. Sin embargo me desanimó el hecho de verlos en sus vídeos musicales vestidos y maquillados como mujeres. Fue entonces que descubrí las bandas que marcaron mi adolescencia y el gusto que más tengo marcado en mi ser, el gusto por el Heavy Rock y el Metal gracias a «Gun’s and Roses» y «Metallica». Esas dos bandas fueron mi estandarte durante 5to de primaria y hasta la preparatoria, pasando por mis bandas favoritas del género en aquella época, Slayer, Megadeth, Anthrax, Pantera, Iron Maiden y mi favorito personal Sepultura. Todas ellas, satanizadas, incomprendidas, menospreciadas por las generaciones adultas. Esas bandas hablaban de las injusticias del mundo, las ironías de la justicia social y sobre todo de la corrupción de los gobiernos, temas que parecían dominar al mundo en ese tiempo. Fue entonces cuando desarrollé mi sentimiento de Alienación.

Los trasvestis de Motley Crue

La Pasión de Max Cavalera

Al término de la secundaria, el movimiento popular en el Distrito Federal era el Euro dance, fiestas, antros, quermeses, reuniones, bodas, quince años, en todos lados se escuchaba, obviamente ya alienado del mundo popular, no me llamaba la atención escuchar música tan vacía o plastificada, sin embargo en la madre patria de la música contemporánea, Inglaterra, se desarrollaba un movimiento de músicos alienados como yo, independientes y motivados, con un ego hambriento y una actitud pretenciosa que se habían cansado de las guitarras distorsionadas y la furia contra la máquina e inspirados en el Indie rock de los 80’s crearon el Brit Pop. Así fué como me sentí Aliviado en los 90’s, gracias a grupos como Oasis, Pulp, Supergrass, Sleeper, Elastica, Blur, Suede, Marion y eventualmente Radiohead. Bandas que a su vez me hicieron descubrir sus raíces y fuentes de inspiración y fué cuando conocí el Indie Rock y sus máximos representantes, The Smiths, The Jesus and Mary Chain, Siouxsie and the Banshees, The Stone Roses y The Cure. Y mientras ésto nos regalaba el Reino Unido, en Estados Unidos el imperio del grunge cada vez sonaba más fuerte y de ahí tomé a muchas de las bandas que seguían en ondas depresivas y suicidas, enojados con la vida y con todo lo que les rodeaba, me sentía más identificado con ese sentido de enojo hacia la sociedad de los 90’s e inspirados en el Metal bandas como Nirvana, Alice in Chains, Bush, Jhane’s Addiction, Red Hot Chilli Peppers, Smashing Pumpkins, Tool, Soundgarden me enseñaron a apreciar más la diversidad y a ser más Tolerante. De todas esas bandas surgió mi banda preferida a la fecha, Pearl Jam. Que por alguna extraña razón en cada disco que producían me sentía 100% Identificado.

En resumen, Antros en los 90’s

La Arrogancia del BritPop

Mientras cursaba mis últimos años de preparatoria, una amiga me invitó a participar en un proyecto para comenzar una estación de Radio independiente, en la cual simplemente me dediqué a ampliar los géneros de música en mi haber ya con conocimiento de causa. Fue entonces cuando adquirí mis gustos más sofisticados, Trip-hop, Electrónica, Jazz, Acid jazz, Nu Metal, Dub, Celtic, Fusion, Experimental, Post, Ambient House, Chill Out etc. En ese tiempo me dominaba la originalidad de los sonidos, me encontraba en un estado constante de Intriga, y en ese estado me quedé desde entonces, siempre descubriendo, abriendo mi mente a cosas nuevas y extrañas buscando algo nuevo que me provoque cualquier tipo de emoción, cualquier clase de sentimiento, bueno o malo, armónico o disonante, controvertido o popular, larghissimo o prestissimo.

De México para el Mundo – Post Rock

Modern Jazz en tiempos de Indie

En conclusión creo que no existe una fórmula para tener un gusto musical, creo que la música va ligada a vivencias y emociones, te llega en el alma, puede ser una letra en la cual te sientas identificado o una melodía que te motiva a hacer algo que no harías normalmente. El gusto musical no se hace, se vive, se experimenta en carne propia, se va forjando desde la infancia, y va creciendo y desarrollándose contigo, podemos intentar abrirnos a los gustos ajenos pero al final elegiremos lo que personalmente nos alimente el alma.

Mi lista semanal de Artistas más escuchados.